De la Regeneración a Degeneración
- Andrés Felipe Pérez Tamayo
- 12 sept 2014
- 2 Min. de lectura

En tiempos donde un hombre soñaba con ver a su país mejor. Fuera de conflictos producto de los partidos Políticos (Liberal y conservador), de una Constitución que no suplía las necesidades del pueblo, la centralización del poder era un chiste, ejercito no había, ni instituciones que respaldaran el progreso de la patria. Un lugar llamado Colombia donde sucedieron grandes situaciones, pero a su vez, poco aprendimos de ellas. Para 1886, un Hombre Pragmático, realista y positivista llegará para aplicar políticas útiles y necesarias a Colombia para que "Se regenerará" o cayera en la Catástrofe si no lo hacía. Un proceso llamado "La regeneración", Periodo en el cual existieron grandes proyectos donde se creo el símbolo nacional, un Himno, Una nueva constitución centralista, el sistema educativo, la re instauración de la iglesia como eje coercitivo legitimo. Sistema que le funciono de Maravilla. Pero es propio de la historia Colombiana la necesidad de aferrarse más a los lideres de las ideas que las ideas mismas (Caso distinto de Francia, estados Unidos etc..). Basta ver como comenzaron los conflictos tras la muerte de Bolivar, Santander e incluso después del mismo Rafael nuñez. Pues cuando este ultimo murió en 1894, será el primer paso que desatará en Colombia uno de los peores acontecimientos históricos "La Guerra de los mil días", donde el país "se tiró" en todo aquello que Nuñez había cimentado, una guerra que consigo trajo miles de muertes, las exportaciones muchas veces se estropearon y sin duda, uno de los acontecimientos más patéticos para la política Colombiana, La separación de Panamá, es así como un país puede pasar de la Regeneración a la degeneración (RAE: Acción y defecto de degenerar) entendiendo la ultima como una instancia donde se empeora las facultades de la sociedad. Cuando la ambición de los partidos sobre pasa el bien general, cuando el arraigo a un partido político es el motor principal de la movilización de las masas y cuando el individualismo supera excelsamente a la mínima participación del desarrollo colectivo por un bien general, entonces comenzaremos a pelear, pelear por tener riquezas, Por una concepción errónea de querer la patria "porque le pertenece", Cuando la verdad es que le pertenecemos. Querer a mi país no es odiar a los demás países, buscar alternativas para hacer de este país un lugar más ameno debe ser el compromiso de todos.
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