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Del Fútbol y la vida: Barcelona vs PSG

  • Andrés Felipe Pérez Tamayo
  • 21 mar 2017
  • 2 Min. de lectura

Quienes piensen que el fútbol carece de valor artístico, de táctica y estrategia o de virtud filosófica, es porque de seguro no vieron el partido de octavos de final de la UEFA Champions League.

Tiempo atrás, mucho antes de que existiera la UCL, Platón se contrapuuso a los sofistas diciendo que la virtud no es solo el desarrollo de capacidades exclusivamente políticas, sino el delicado equilibrio entre las virtudes anímicas y las físicas (Jover). Este complemento no solo ha empoderado a los hombres individualmente sino también a grupos consolidados… Ha permitido la formación de imperios y también a que un equipo como el Barcelona F.C haya logrado una de las remontadas más épicas de la liga de campeones.

Sin embargo, este escrito no es una oda sobre los victoriosos, sino sobre aquellos que, habiendo ganado, se les olvidó reclamar el premio, esos que subrogan la gloria por un fracasado intento y también para los que se les olvida que un partido de fútbol como la vida, hay que jugársela hasta las últimas instancias.

No es fortuito que el peor destino esté para los cobardes, pues terminan siendo espectadores de sus propias vidas (ruinas). Seamos claros, la realidad puede o no, ser justa, pero lo cierto es que hay momentos donde debemos arrebatarle al destino lo que nos pertenece. bien decía Pessoa “El mundo es para quién nace para conquistarlo, Y no para quien sueña que puede conquistarlo, aunque tenga razón.” No basta con tener anhelos, las intenciones no valen nada si no está por encima nuestro coraje que es el que nos permite enfrentarnos a los designios, y en ese sentido no podemos echar culpa a los otros de nuestros fracasos (aunque la tengan).

Doblegar nuestro destino, imponer la propia voluntad, soportar cualquier flagelo, dar todo de sí … Es sobre estos semblantes que la libertad aflora, con la que cambiamos el devenir de la historia y con la que construimos utopía.

 
 
 

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